Por
Joaquín Azulay
Gauchos del Mar
La idea surgió
en marzo cuando estabamos
trabajando los dos en
California. Julian tenia
la idea de agarrar el
late season en Hawaii,
pero ya estabamos por
mediados de marzo y por
mas que los swells del
norte seguían tirando
olas no se convenció
y al salir de surfear
en Manhattan Beach dijo
que se quedaba unos meses
más alla, trabajaba
un poco para comprar la
camioneta y bajaba hasta
Argentina. Ahi empezo
todo. Ya hace años
teniamos las ganas de
surfear por America, pero
de a partes, nada como
un viaje global que abarque
todos los paises del pacifico.
Yo me volví a estudiar
un cuatrimestre más
y mientras organizamos
el viaje, que en realidad
la unica organización
fue la de buscar sponsors
a traves de mails y mas
tarde con el blog, y Julian
se ocupo de comprar la
camioneta en EE.UU. No
teniamos idea adonde ibamos
a frenar, surfear, si
acampar o dormir en un
hotel. No se planeo nada,
todo se fue dando con
el correr del viaje y
fue lo mejor, porque nos
pasaron cosas muy lindas
e inesperadas. No solo
con encontrarnos con olas
increibles solos, sino
gente que nos dio una
mano con alojamiento,
comida, datos, y hasta
nos arreglaron el auto
gratis.
Arrancamos el viaje con
un bajisimo presupuesto,
eramos nosotros dos y
una semana antes de salir
de Los Angeles, CA, se
sumó otro argentino
que conoció Julian
alla. El viajó
un mes y medio con nosotros,
nos hicimos muy amigos
y siguió viaje,
cada tanto seguíamos
sumando amigos que hacíamos
en el camino. Encontramos
mucha gente haciendo algo
similar y con los que
pegabamos buena onda los
subíamos. Viajamos
un rato con neozelandeses,
con otro argentino, con
un puertoriqueño,
en las fiestas con la
familia y despues solos,
remandola en todo momento,
trabajando de lo que sea
para seguir. Por suerte
el viaje nunca perdió
su identidad que era surfear,
entonces los trabajos
eran sacarle fotos a otros
surfistas, filmar, llevarlos
como taxi a otros picos,
arreglar tablas, vender
tablas, gente nos daba
tablas partidas y a veces
hasta las vendiamos sin
arreglarlas, nos paso
de todo.
Conocimos gente muy amable
en el recorrido, muchos
nos hospedaron en sus
humildes casas, nos alimentaron,
compartían hasta
lo que no tenian con nosotros,
gente que vivía
en el piso, con un humilde
techo y lo daba todo por
el otro aprendimos mucho,.
Recibimos mucho cariño
de gente que no conocíamos
y nos dio mucha felicidad
eso, nosotros les dabamos
lo que podiamos, comida,
calcomanias de las marcas
a sus hijos, ropa cuando
no tenian, a una familia
que vivian 13 personas
en un cuarto de 3x3 les
regalamos una carpa que
no usabamos, intentabamos
dar al menos lo que podiamos
para ayudar. En estos
6 meses de viaje pagamos
solo 3 noches de hotel
al llegar muy tarde a
ciudades sin conocer y
con miedo de acampar en
cualquier lugar. En Nicaragua
estuvimos viviendo una
semana en la casa de un
señor frente al
mar, con una ola perfecta
y el hombre nos pedía
que nos quedemos más
tiempo. Ni lo conocíamos
cuando le pedimos permiso
para poner la carpa en
su jardin y estacionar
el auto para que este
seguro, y terminamos cenando
con su familia, tomando
mates, charlando de la
vida como si fueramos
amigos de hace años.
Así en muchos lugares.
En Costa Rica nos ayudaron
mucho argentinos residentes
de hace muchos años,
uno de ellos nuestro primo
que vive en Tamarindo,
en Hermosa una pareja
divina y en Puerto Viejo
Edwin Salem que nos trato
como a sus sobrinos. Nada
de lo que fue pasando
lo planeamos y se fue
dando todo solo.
Lo más difícil
del viaje fue el cruce
de centroamerica a sudamerica.
Entre Panama y Colombia
no hay rutas por el Tapon
del Darien. Lo que hacen
los viajeros es mandar
el auto desde el puerto
de Colón a algún
puerto en el caribe colombiano,
como Barranquilla o Cartagena.
Nosotros no teníamos
dinero para mandar el
auto en un barco carguero
y ademas volar o tomarnos
otro barco para cruzar.
Desde Panama los barcos
no llevan personas abordo,
entonces empezamos a ver
la posibilidad de salir
desde Costa Rica. Buscamos
y buscamos, fuimos al
puerto de Limon, hablamos
con la gente de aduana,
con portuarios y despues
de varios dias encontramos
nuestro barco. Un carguero
que tardaba supuestamente
30 horas en ir desde Limon,
en Costa Rica, a Santa
Marta, en Colombia. La
gente nos ayudo muchísimo
con el cruce, nos hicieron
un precio increible por
la carga del auto, no
nos cobraron por llevarnos,
nos dieron camarotes de
lujo, comida y al final
estuvimos 3 dias en el
mar caribe viajando, fue
impresionante. Llegamos
a Colombia y nos encontramos
con nuestros padres para
las fiestas, fue muy lindo,
no los veiamos hace muchos
meses. Nos acompañaron
por varios días
y estuvo barbaro volver
a estar en familia y compartiendo
lo que nos gusta a todos
que es el surf y la aventura.
El viaje empezo en Los
Angeles, cruzamos a Mexico
por Tijuana para recorrer
toda Baja California,
luego al continente mexicano
desde La Paz a Mazatlan
en un ferry que tambien
nos llevo gratis para
ayudarnos. Estuvimos 2
meses y medio en Mexico,
despues hicimos Guatemala,
El Salvador, Honduras
lo cruzamos en pocas horas,
Nicaragua, Costa Rica,
Colombia, Ecuador y Galapagos
en donde nos encontramos
ahora.
Podes encontar mas info
desde www.gauchosdelmar.blogspot.com
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