Juan Manuel “Araña” Marchetti, uno de los surfistas locales de la esco, y escritor de “Largo todo. Chau. Me voy”, ha publicado su segundo libro. Esta vez en formato de cuentos. Desde su primer libro (novela ficción), hasta el recién publicado, las olas juegan el papel principal, y sirven de hilo conector en sus historias.
Como amigo de la casa, tuvimos una charla con él, y nos contó detalles de su segundo libro.
Te conocemos bien como surfista. Ahora te estamos conociendo como escritor. ¿De dónde viene esa inspiración para sentarte y escribir tus libros?
Creo que me convertí en escritor sin querer serlo. O sin darme cuenta. Es algo que no busqué. Sale como una necesidad o deseo de volcar al papel en formato de palabras lo que pasa por mi cabeza. A veces creo que lo uso como una terapia. Me formé como lector apasionado desde mi adolescencia. Siempre tuve un libro cerca mío. En los años que viajaba seguido buscando olas, ellos eran mis compañeros. Sumado a que me formé profesionalmente como creativo y redactor publicitario, me picó el bichito de crear mis propias historias, teniendo de referencia a múltiples autores leídos. Como ejercicio para descansar mi mente de todo el trabajo. Soy una persona bastante autodidacta, me inclino siempre por buscar hacer algo nuevo, no quedarme en la zona de confort.
Así he llegado a convertirme desde un albañil, para terminar mi propia casa, hasta un escritor, para terminar mis libros.
Tu segundo libro llega en un momento particular y único en nuestras vidas.
¿Tuvo algo que ver la cuarentena en tu libro?
En primer término, sí, es verdad que estamos viviendo un momento extraordinario, nunca vivido, e inexplicable, que nos pide que estemos en calma y hasta que las cosas se acomoden. \
Con respecto al libro, la cuarentena simplemente me dió más tiempo para ordenar lo que tenía y darle forma. El libro fue escrito mucho antes. Como no soy un escritor que vive de sus libros, no le dedico el tiempo necesario a la escritura. Más bien, me dejo llevar por momentos de motivación para escribir y cuando me hago de tiempo me siento a escribir. (Cosa muy difícil al tener 4 hijos, trabajo y días de olas) No obstante, el proceso de terminar el libro tiene que ver más con la disciplina y el trabajo, que con la inspiración, es cuestión de sentarse frente a todo lo escrito y trabajar horas y horas. Corregir, cambiar, leer, repensar, etc etc. Escribir es un trabajo más. La cuarentena en su fase primaria me dió ese tiempo que no me empeñaba a tomarlo cuando vivíamos sin restricciones.
En uno de los cuentos, el personaje principal es bastante crítico con el camino que ha tomado el surf en estas últimas décadas, es una especie de reto al capitalismo. También hacés culto a nuestra querida escollera. Contanos un poco más cómo llegas a eso.
El cuento se basa sobre un absurdo, donde el personaje principal, un surfista veterano que arrancó a surfear cuando el Surfing era cosa de gente rara, empieza a sentir dolores corporales cada vez que lee o ve una nota sobre el deporte, en algún medio de comunicación de alcance nacional. Como una metáfora al dolor que le causa el avance del negocio del surf en este mundo dominado por el capitalismo, cual objetivo final es generar ganancias donde pone sus garras. Sin importarle las consecuencia de todo lo que pasa en la playa.
A medida que lo escribía pensaba en todo lo que vivimos con mis amigos desde la adolescencia. Me gusta jugar con lo absurdo, llevarlo a un nivel extremo, porque ahí salen a luz los contrastes. Este cuento es un reto a eso. Quizás una mirada crítica al capitalismo interviniendo en deporte.
El personaje se va de mambo, pero en sí, lo que plantea es bastante cuerdo. Tiene una mirada utópica sobre este deporte.
Otro de los cuentos trata sobre la historia de un montonero que salva su vida gracias al surf. ¿Es verdad o ficción esa historia? ¿Está inspirada en alguien especial?
Me gusta llevar la ficción a un paso de la realidad, donde las cosas que cuento parezcan verdaderas. Si bien el personaje del cuento no existe, puede existir. Me entusiasma tomar un camino de la historia, torcerlo y darle otro destino. Leí bastante sobre el movimiento Montoneros, y me pareció interesante plantear algo normal y cercano a cualquiera de nosotros. El cuento trata sobre un pibe que militaba en montoneros en los inicios de la dictadura militar, y cuando el movimiento entra en la clandestinidad, sufre una especie de miedo escénico, y de un día para el otro no quiere saber más nada, pero ya es tarde para salir de montoneros y para escaparse de los milicos. Gracias a la ayuda de su familia se toma el palo del país y cae en Australia, donde tiempo después se hacer surfista.
Este cuento iba a ser mi segundo libro en formato de novela, pero como tenía muchas cosas más por escribir, decidí acortarlo y publicarlo en formato de cuento. El título “Con las olas contadas”, se me ocurrió un día surfando en la cueva, junto a Roberto Dinneno y el Pety cafiel. Verlos surfear con las ganas de un principiante, con más de 40 años ininterrumpidos de surf, me cayó la ficha de que ellos saben que cada día lo toman como único, porque saben que el tiempo nos deja con las olas contadas. En realidad desde que nacemos tenemos las olas contadas.
Ellos son parte de los surfistas, que nos marcaron el camino. Que en los setenta ya estaban surfando en la escollera. Todo lo que sucede hoy en Necochea y Quequén, más allá de que seas surfista o bodyborder, en gran parte se la debemos a ellos y desde ya a muchos surfistas de su edad) Ellos estuvieron antes. Hoy los que son pibes y se creen que se comen al mundo, deben entender que son una parte más del eslabón, y que mañana vendrán otros. Así es la vida.
¿Todos los cuentos del libro están relacionados con el surf?
El libro contiene seis cuentos, dos de ellos son cuentos largos, o novelas breves, que tratan sobre surfistas. Los otros cuatros restantes, tocan al surf como un elemento secundario. El libro tiene mucho de humor, reflexión y porqué no, de irreverencia. Los personajes están construidos desde la mirada del surfistas de barrio, no de profesionales que recorren el mundo como modelos de marcas. La escollera juega el papel de potrero, porque fue, es y será nuestro potrero. Ahí crecí con mis amigos. Ahí encuentro el combustible para mis historia. Es el escenario de esos personajes que desfilan en el libro.
¿Que significa para vos la escollera?
El tiempo es el que manda y nos dice que tenemos las olas contadas. Y la escollera también. Porque ahí rompen las olas más difíciles y perfectas de argentina. Y con el paso del tiempo, el avance del deporte, y la cantidad de nuevos surfistas y bodyborders, y unos cuantos años en la espalda, cada día de olas intenso nos pone a prueba. Claro que ya a los cuarenta y siete años, todo nos cuesta más. Este libro me trajo a mente muchos momentos con mis amigos, cuando en verano los días de playa nos alejábamos de la muchedumbre y pasábamos horas en las piedras que luego bautizamos “el Paraíso” , o cuando nos instábamos en la Oficina, los interminables días de olas.
La escollera es donde nos formamos como surfistas. Y fue la escuela que nos preparó para poder viajar a surfear las olas más perfectas del mundo.
¿Dónde se puede conseguir el libro, está en formato digital?
El libro se consigue por ahora (julio 2020) en los surf shop y librerías de Necochea. Por ahora no estará en formato digital. Este es un emprendimiento autogestión, por ahora priorizo el formato físico, ya que me gusta rendirle culto al libro papel.
Sentarse, tomarte tu tiempo, transportarte con la lectura. Leer es la forma más económica y virtual de viajar.