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Centroamerica
Descubriendo Nicaragua
Nicaragua fue una manera diferente
de encarar un viaje, de experimentar
un lugar en todos sus estados a partir
de ampliar la visión un poco
mas allá de las olas. Sumergirnos
de otra manera en las entrañas
de un país y ser parte de el
por unos días.
Luego de esperar a nuestros amigos en
Playa Hermosa/Costa Rica, junto a Gabriel
Molina, llegaron de nuestra querida
Necochea, con todo el frío encima,
El Araña y El Tinga.
La primer parada fue Popoyo, un místico
lugar al sudoeste del país sobre
el mar pacífico, con un acceso
de ripio tedioso, pero una vez instalados
todo empieza a funcionar mas lento y
con el correr de los días a amoldarte,
volviéndose todo una aventura
constante.
El viento off-shore tardó en
llegar, por lo que los primeros días
había que tomarlos con mucha
calma, en el lugar el atractivo mas
grande es la ola y esa brisa que hace
que esta tenga condiciones increíbles.
Nos enteramos que era normal que en
los meses de agosto/septiembre el viento
mute y como si esto fuera poco también
se sumaria la cola del Huracán
Dean, provocando lluvias y que el agua
del mar no fuera del todo clara como
normalmente lo es.
Había que aprovechar los días
como fuera, por lo que las costumbres
argentas no tardaron en llegar, comenzamos
un abierto de truco y una maratón
de lectura, charlas desopilantes de
fútbol que se hacían eternas
y la risa que nunca faltaba. El hotel
donde nos alojamos era bien parecido
al Penal de Olmos y así fue como
lo bautizamos. Habitaciones muy pequeñas
y carentes de servicios, (solo la cama)
lo que hacía que tomáramos
las cosas con mucho humor. Los lugareños
son buena muy gente, la humildad es
lo mas característico en ellos,
y el único percance que tuvimos,
fue una noche que dejamos las mallas
secando afuera y a la mañana
siguiente ya no estaban. Nos habían
comentado que no nos confiáramos
mucho, aunque solo se trato de eso.
Una mañana amanecimos al fin
con viento off-shore y ahí todo
fue diferente, como si abrieran un parque
de diversiones y nos encontráramos
con una infinidad de tikets en la mano.
Desde el balcón se veían
las olas del outer-reef, lanchas al
lado de ese imponente pico, avistando
a los primeros surfistas que desafían
la ola con mucha tranquilidad, y son
solo unos pocos locales y bigriders
que vienen siguiendo el swell. El Negro
Gabriel también se sumo y vió
de mas cerca el espectáculo logrando
correr una de esas, al salir del agua
nos comento que el mismísimo
Cory Lopez era uno de los que se estaba
mandando en esos campanazos. Esta ola
del normalmente funciona con marea alta,
el fondo es un planchon de lajas inclinadas
y casi no existe superficie.
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Los demás días
corrimos en un point-breack
que esta a la derecha del outer,
Rancho Santana y El Astillero.
Este ultimo fue el mejor point
que surfeamos, luego de una
fuerte lluvia el viento calmó
y una derecha casi perfecta
de 6 pies empezó a funcionar.
Lleva el nombre de “Astillero”
ya que es una parte de la playa
donde la rompiente es mas permisiva
para los pescadores que salen
en sus lanchas a trabajar y
alguna que otra vez a hacerse
un extra, transportando surfistas
a los secrets poínt que
hay en la costa sur.
Esa tarde éramos una
mezcla de nacionalidades, había
un grupo de gringos, israelitas,
portorriqueños, uruguayos,
un holandés, un australiano,
un Vasco y nosotros. La combinación
fue buenísima, ya que
si bien éramos tan diferentes
culturalmente, la situación
nos mostraba que el sentimiento
por las olas y la exploración
es algo sumamente universal
y lo único diferente
en ese momento es el idioma.
Luego de surfiar y tomar una
buena cantidad de fotos, junto
a todas las colectividades,
tomamos una buzeta que luego
de empujarla y hacer magia para
entrar todos, nos llevo nuevamente
a Popoyo. Era la única
manera de volver, ya que estábamos
a una hora a pie del lugar,
se hacia de noche y toda esa
zona es muy selvática.
El resto del viaje lo dejamos
en manos del destino, la idea
básica era explorar los
pueblos y ciudades, ver las
costumbres y demás de
este país que para entonces
nos había cautivado.
Llegamos a San Juan del Sur,
nos habían hablado muy
bien de la ola de “maderas”
la que encontramos con un viento
no del todo favorable, pero
el lugar era paradisíaco
y la rompiente mas que aceptable.
Recorrimos el pueblo, con sus
colores y un tinte bien colonial,
como el resto de las ciudades
que fuimos surcando con el correr
de los días. Habíamos
rentado un auto pequeño
que se las banco de mil maravillas.
Con el recorrimos la ciudad
de Granada, León, La
Bocana y Pochimil entre otras,
hasta llegar a la capital Managua.
En el recorrido sumamos muchas
anécdotas y aprendimos
de todo lo que vimos, creo que
no faltaron condimentos, como
la noche en que nos enteramos
de casualidad que un alerta
de Tsunami afectaría
la costa del pacifico y junto
al Araña nos encargamos
de enloquecer a todos los vecinos
de Popoyo para hacer un poco
de catarsis.
En síntesis, creo que
lo mas positivo del viaje fue
la iniciativa, la hermandad,
lanzarse sin pensarlo demasiado
y aprender que hay dos tipos
de historias y diferentes realidades,
las que nos cuentan y la que
vivimos.
Buena vida.
Hernán Ramos-.
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Playa
hermosa, Costa Rica. 10 08 2007
Siguiendo el Trip
Va terminando el día,
llueve, como de costumbre en esta época
y me decido a escribir mis primeras
líneas. Mañana es el cumple
del Lucho y vamos a ir a tomar unas
cervezas al ¨backyard¨, un bolichón
que nos queda a unas cuadras de donde
estamos, las cabinas de los Fischer.
Ya instalado aquí parece mentira
que ya pasó una semana desde
que llegue y que agradecido estoy, no
han parado de romper las poderosas olas
de playa hermosa. Hoy con su mejor día,
aunque con un poco de crowd, y por sobre
todo greengouuuu´s ( fuera verdes)
jajaja.
En esta semana el Canty se cansó
de sacar fotos, Lucho de correr sus
izquierdas esnapedas, yo buscando pararme
ante un tubo y lo mejor de todo, el
Colo, inventó dos maniobras nuevas!!.
Una la llamamos la Karateca y la otra
que es la mas difícil de hacer
le pusimos el tubo inverso!! Jajaja...
Por estas playas se surfea muy temprano,
ya que no hay viento y las olas tienen
mejor forma. Nos cuesta levantarnos
pero nos damos un poco de manija y a
trabajar. Por sobre todo Cantinia llevando
el equipo pesado hasta la playa y tratando
de comunicarse con un inglés
de acento raro con los surfistas que
vienen a el como moscas cuando ven la
camara. |
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Seria muy difícil resumir
un día en este país
haciendo surf pero es básicamente,
madrugar, ponerte la malla,
parafinar la tabla, surfear,
salir muerto de cansancio e
incinerado por el sol, comer
algo y volver a dormir. Un buen
libro y una cerveza por ahí
y alguna charla perdida con
las personas de los lugares
mas extravagantes que se te
pueda ocurrir. El agua tiene
30 grados y afuera también
por lo que podes pasar horas
y horas metido en el agua sin
que te des cuenta.
Mañana llega la otra
parte del tour, el Araña
y el Tinga y con ellos voy a
partir para destinos desconocidos
de Nicaragua, Honduras y el
Salvador. Y lo bueno es que
sumamos un nuevo integrante,
Cantinia que luego de dudarla
un poco se puso a pensar cuanto
material nuevo iba a tener,
se decidió y ahora mismo
esta armando todo el equipo.
Sabe que se vienen sesiones
en olas nuevas y nuevos lugares
para retratar y luego subir
a la pagina, lógico!!Y
así comienza este viaje
por Centroamérica. Lo
mejor esta por venir y eso nos
motiva mas aun.
Nota. Gabriel
Molina.-
Fotos. Canty
Ramos.- |
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